E importe del contrato asciende a 22 millones de dólares, alrededor de 3.500 millones de pesetas. El proyecto Sam-1, que ha puesto en marcha la operadora española, tiene como objetivo dotar de una infraestructura de telecomunicaciones de gran capacidad al continente sudamericano.

Dragados Industrial desarrollará este pedido a través de Dyctel, su empresa especializada en instalaciones de telecomunicaciones. Los trabajos consisten en la conducción del cable submarino desde el mar hacia los enclaves costros donde se construirán nueve centros de amarre, localizados en Isla Verde (Puerto Rico), Las Toninas (Argentina), Fortaleza, Bahía, Río de Janeiro y Santos (Brasil), Arica y Valparaíso (Chile) y Lurín (Perú). Este último actuará como punto de control centralizado de la red.

Los centros se situarán a unos 300 ó 500 metros de las costas y dispondrán de diferentes salas destinadas a equipos, energía y control. El contrato se desarrollará en tres fases, con plazos de entrega en enero, abril y junio del róximo año.

Para responder al esfuerzo de coordinación que requieren los trabajos, Dyctel ha abierto una oficina en Miami, punto de partida de proyecto Sam-1.