El suceso se produjo cuando una excavadora que realizaba unas obras en la Plaza de Mayo rompió una canalización de gas propano. La deflagración consiguiente causó quemaduras graves, especialmente en la cara, a un trabajador de 50 años y a otro de 30, que fueron trasladados a los hospitales de La Paz y de Getafe.

Un tercer operario, de unos 30 años, sufrió heridas de menor consideración, aunque también tuvo que ser trasladado por el Summa a la unidad de quemados del Hospital de la Paz.

Tras su llegada al lugar del suceso, los bomberos de la Comunidad de Madrid controlaron el incendio en quince minutos. Posteriormente, revisaron los sótanos de las viviendas próximas para confirmar que no se había producido ninguna acumulación de gas que pudiera suponer un riesgo de nuevas explosiones.