La presentación de este manifesto se produce en un momento en que el ex presidente balear Gabriel Cañellas y el actual presidente del PP en esta región, Joan Huguet, se han visto implicados en la investigación de la presunta financión irregular del partido mediante comisiones pagadas por la empresa adjudicataria del túnel de Sóller".

Martín Escudero y Joaquín Cotoner dejaron claro que, si el partido toma medidas disciplinarias por este manifiesto y procede a su expulsión, sus cargos quedarán a disposición del PP.

"El escaño es del partido y lo dejaré a su disposición", comentó Escudero, si bien Cotoner precisó que esa decisión, tratándose de parlamentarios, es competencia de la dirección nacional del partido, y ésta "no se ha interesado por el tema".

Los promotores del manifiesto señalan que un político "en el cao de ser acusado de irregularidades o de corrupción, debe demostrar, sin atisbo de duda alguna, que su actuación ha sido ética y moralmente irreprochable, ya que en el caso contrario tiene que dimitir o cesar de la responsabilidad política que en esos momentos asuma".

A su juicio, "pueden existir responsabilidades políticas sin que tenga por fuerza que existir responsabilidad penal".

Los firmantes niegan que quieran enfrentarse a la actual dirección del partido en Baleares y aseguran qu sólo pretenden aplicar en la región la doctrina de José María Aznar.

En su opinión, es preciso crear "un ambiente necesario y creible de que el Partido Popular de Baleares está a favor de la limpieza en la política y de que las personas que únicamente están en ella para su medro personal y son poco éticas sean apartadas totalmente de la función pública. Los políticos deben ser gente honrada, estén en el partido que estén, pero sobre todo los que pertenezcan al nuestro".