La compañía explicó que, en este caso, la necesidad de utilizar tecnologías de seguridad proactivas "es aún más acuciante" que en otras ocasiones, ya que las nuevas variantes evitan que los productos antivirus instalados en el ordenador se actualicen, por lo que si consiguen su objetivo, el usuario se encuentra desprotegido ante la amenaza.

Para conseguir bloquear este acceso a las actualizaciones, el virus modifica el archivo "HOSTS" del sistema y una vez ejecutado finaliza todo tipo de procesos para evitar ser descubierto.

Además, integra funcionalidades de "backdoor", es decir, abre una puerta trasera en el ordenador, de modo que ésta pueda ser la vía de entrada de comandos y ficheros dirigidos por un usuario remoto, por medio de canales de "IRC". Esto dota a este tipo de códigos maliciosos de una gran polivalencia y peligro potencial, a juicio de Panda Software.

Para propagarse, el gusano utiliza medios habituales de correo electrónico, ya que se reenvía a direcciones que consigue de determinados ficheros dentro del ordenador afectado, incluyendo el propio virus dentro de un fichero comprimido adjunto en un correo escrito en inglés y que advierte del cierre de cuentas de correo.

Después, solicita la apertura del fichero adjunto con el objeto de continuar con el funcionamiento normal de la supuesta cuenta de correo.