Según informó hoy la SER, los dos arrepentidos fueron golpeados en la cabeza y después quemados vivos en el coche en el que regresaban d Madrid. El informe forense ratifica el apaleamiento de los dos individuos antes de que se prendiera fuego al coche.

Todo indica que se podría tratar de un ajuste de cuentas protagonizado por sus propios compañeros de tráfico de drogas. Los dos asesinados pertenecían a escalas intermedías del narcotráfico y su organización estaba siendo investigada en el juzgado número uno de la Audiencia Nacional.