Los expedicionarios, que consiguieron alcanzar el refugio de Grands Mulets, a 3.051 metros, el pasado día 30, partieron a las 2 de la madrugada hacia el glaciar Taconnaz, para enlazar con la vía clásica en el Dóme du Goúter.

A continuación, los deportistas ciegos, acompañados por el montañero navarro Mari Abrego, jefe de la expediión, y tres guías sortearon las aristas aéreas que conducen a la cima, hasta coronar el Montblanc a las 12 horas del viernes pasado.

Por la tarde iniciaron el descenso, calificado como muy peligroso por el jefe de la expedición, debido a la gran cantidad de grietas que tienen los glaciares y a las afiladas aristas.

En los próximos días, los miembros de la expedición, que se encuentran ya en España en perfectas condiciones de salud, partirán hacia Nairobi e intentarán alcanzar la cima del Kilimanjro, de 5.896 metros, la montaña más elevada del continente africano. El pasado mes de enero, Serafín Zubiri y Javier Sáinz de Murieta escalaron el Aconcagua, la cima más alta de América.