Sin embargo, pocos días después de encontrar el cuerpo de Leticia (con once puñaladas y maniatada a la espalda con esparadrapo), la Guardia Civil y la policía de Valladolid asegurabantener a su asesino prácticamente localizado.

Además, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Arsenio Lope Huerta aseguró en su día que tenían "en la punta de los dedos" al culpable de la joven de Viana.

El estado actual de las investigaciones se mantiene en secreto, ya que cualquier publicidad, según la versión oficial entorpecería la propia investigación de las fuerzas de seguridad.

El titular del juzgado de Instrucción número cinco de Valladolid, Angel Redondo, aguarda todavía la llegda de las pruebas del ADN de Leticia para comprobar si "el violador del ascensor", Pedro Luis Gallego, puede ser el asesino de la chica.

Esta hipótesis se barajó por las fuentes de la investigación a raiz de las declaraciones de un vecino de Viana que aseguró haber ayudado a Pedro Luis Gallego a sacar su coche del pinar donde apareció el cadáver de Leticia.

En ese mismo bosque de pinos fue hallada también, violada y asesinada la niña de nueve años de la cercana localidad vallisoletana de Villalónde los Campos, Olga Sangrador.

En cualquier caso, a dos meses de la muerte de la menor Leticia Lebrato, el pueblo vallisoletano de Viana continúa viviendo una pesadilla de acusaciones mutuas sin que se hayan producido detenciones.