La vista oral contra los dos facultatvos, el médico otorrino Luis Miguel Cambra y el anestesista Eustaquio Almaraz, comenzó hoy en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra y se prolongará durante los próximos días.

Los hechos por los que se juzga a los dos médicos ocurrieron en noviembre de 1987, después de que la niña Izaskun Ojer fuera sometida a una operación de amígdalas en la clínica San Juan de Dios, de Pamplona.

Según el ministerio fiscal, la pequeña falleció horas después de una intervención quirúrgica, al prcticársele una trasfusión de sangre del grupo A, incompatible con el de la niña, que era del tipo B.

La pequeña fue llevada por segunda vez al quirófano, dado que vomitaba sangre, y sin que se comprobará la cantidad que había perdido se le volvió a transfundir más del tipo A.

Tanto el fiscal como la abogada de la familia señalaron que no se realizaron las pruebas pertinentes para verificar que la sangre transfundida era del grupo 0-Rh, tal como constaba por escrito en las bolsas que la contenía, or lo que califican los hechos como constitutivos de un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte.

Por ello solicitan penas que oscilan entre los 4 y los 8 años de prisión menor y el pago de indemnizaciones próximas a los 15 millones de pesetas. Asimismo, piden la responsabilidad directa del Insalud, la clínica San Juan de Dios y las compañías aseguradoras.

Los abogados defensores de los facultativos encausados afirman que sus patrocinados actuaron como debían.