Los agentes tuvieron que realiar una persecución "de película" para coger a los muchahos, que, además de hacer caso omiso a todas las señales de tráfico, aumentaron la velocidad del vehículo cuando se percataron de que eran perseguidos.

Ni las señales de alto que les dieron los policías municipales ni las sirenas de los coches-patrulla ni la megafonía fueron suficientes para que los jóvenes parasen el vehículo.

Ante la resistencia de los muchachos, la centralita del cuerpo dio la alerta a todos los coches policiales que estabn de servicio y los infractores fueron finalmente interceptados en la Gran Vía.

Las pruebas de alcoholemia demostraron que los jóvenes habían bebido de más. Según dijeron, el coche en el que viajaban es propiedad de la madre de uno de ellos, que desconocía la sustracción.

Por otro lado, 16 accidentes de tráfico ocurrieron anoche en Madrid, en los que resultaron heridas a 4 personas.