Según este informe, miles de estos centros incumplen su obligación de garantizar el bienestar de los niños huérfanos, una situación que atribuyen a la decisión de Vladimir Putin de transferir las competencias relativas a su financiación a las autoridades regionales, muchas de las cuales tienen graves problemas presupuestarios

Los resultados de esta investigación han sido enviados al ministro de Sanidad, Mikhail Zurabov, con la petición de que adopte medidas para corregirla.

La situación tampoco es mejor en los centros para niños con discapacidad intelectual. Según el borrador de un informe que está elaborando el Defensor de los Derechos Humanos del Kremlin, algunos de ellos sólo destinaban entre 8 y 4 céntimos de euro por niño durante el pasado año, y una mayoría disponía de presupuestos entre un 5% y un 20% por debajo de sus necesidades mínimas. Esta investigación también ha detectado numerosos casos de malos tratos.

La transferencia de las competencias para la financiación de estos centros a las autoridades regionales, junto con la corrupción y la falta de formación del personal serían las principales causas de esta situación, según el documento.

Boris Altshuler, director de la organización Right of the Child, denuncia que las condiciones reales de muchos de estos establecimientos se desconocen porque los parlamentarios se muestran en contra de aprobar inspecciones independientes por sorpresa.

Los expertos proponen como posible solución, ayudar a las familias para que puedan cuidar de sus hijos en sus hogares y adopten niños, lo que reduciría en gran medida el coste de la asistencia en centros públicos y mejoraría la calidad de vida de los pequeños.