El enfrentamiento entre los dos sectores se inició durante la elección de los delegados de la unión regional de Castilla y León que asistieron al XXXVI Congreso Confederal de la UGT, que tuvo lugar el mes pasado y en el que se eligió al sucesor de Nicolás Redondo, y se agudizó precisamente en la celebración de este congreso.

El sector crítico, que encabezan los responsables de las federaciones vallisoletanas del metal, construcción y servicios públicos, defendió entoncesla candidatura de Manuel Fernández "Lito" a la secretaría general de UGT, oponiéndose a la mayoría, que apoyaba a Cándido Méndez.

Actualmente, esas discrepancias se han agravado por el rechazo que a los críticos les produce el propio Maroto como secretario general de UGT-Castilla y León, y sus partidarios, el actual secretario de Organización, Fermín Carnero, y el secretario provincial de Palencia, Javier Donis.

El sector crítico ha anunciado ya que votarán en contra de la gestión de la actual Ejcutiva de de UGT-Castilla y León, que lleva al frente del sindicato tan sólo unos meses.

No obstante, los dos sectores han mostrado su disposición a negociar una candidatura única de consenso, "porque nadie quiere presentarse para perder", según indicó el secretario de la Federación de Servicios Públicos, Miguel Angel Rey, quien se mostró partidario de la renovación "porque hay un clamor en el sindicato que así lo exige".

"No puede hablarse de críticos ni de rebeldes, sólamente defendimos unas idas en el Congreso Confederal de la UGT que vencieron, aunque no venciera nuestro candidato, y eso seguiremos haciendo hasta el final", explicó Rey.

Desde el sector oficialista, el secretario general de Organización, Fermín Carnero, que ha anunciado su retirada de la Ejecutiva regional, ofreció su disposición a la negociación, con el fin de evitar dos candidaturas, e incluso se mostró dispuesto a prescindir del propio Alfonso Maroto si es necesario, "porque estamos disponibles desde el primero hasta elúltimo".