Los ecologistas denunciaron en rueda de prensa que transcurridos tres meses desde la rotura de la balsa de residuos de la mina de Aznalcóllar, sólo se ha limpiado un diez por ciento del terreno afectado, por lo que temen que no se hayan podido retirar todos los lodos antes de la llegada de la época de lluvias.

Además, exigieron ue mejore la calidad de la recogida, ya que mantienen que no se están aplicando las recomendaciones que realizó el comité científico.

Respecto al desembalse del agua retenida en Entremuros, Greenpeace, Seo/BirdLife, Aedenat y Cepa incidieron en la necesidad de garantizar que la calidad del agua sea suficientemente buena para no contaminar el Guadalquivir.

Para garantizar que el agua desembalsada reune todos los parámetros de calidad, pidieron que además del contenido de metales pesados se traten os complejos organo-metálicos.

Las cuatro organizaciones ecologistas también instaron a las administraciones públicas a ser transparentes y facilitar toda la información necesaria para que la población conocozca la marcha de los trabajos de limpieza y el impacto real del vertido.