Tras efectuar sucesivos reconocimientos de campo, tomas de muestras y estudios de los resultados analíticos obtenidos, este comité concluyó que el tratamiento con cal implica "graves riesgos".

La advertncia está basada en el efecto que la cal tendría sobre el grado de acidez del agua, ya que al reducir la acidez aumentaría la solubilidad de los metales pesados.

Por este motivo, estos científicos aconsejan diluir los lodos en aguas no contaminadas, para lo cual proponen efectuar desembalses controlados en la cuenca del Guadalquivir y, una vez que la presencia de metales pesados en el agua alcance límites tolerables, verter el agua del Guadiamar en el Guadalquivir.

Además, aseguran que se deben rtirar con urgencia los lodos, para evitar que su infiltración en el subsuelo, así como su acidificación y disolución.