Rodríguez indicó que el Gobierno ha actuado con ligereza al no contar en los últimos años con una política industrial activa, basada en el apoyo puntual a empresas o sectores en crisis, y al mismo tiempo mantener un diálogo entre Estados que impida el proceso de retirada de las multinacionales que, a su juicio, está viviendo el país, fundamentalmente en el sector de automoción.

Para el dirigente de UGT, la salida de la propiedad de empresas nacionales al xterior, hace que "ante situaciones de recesión generalizada en todos los países, como la que vivimos actualmente, se produzca el denominado 'efecto sede', que revela que las multinacionales sí tienen patria y la tienen en cuenta en momentos como los actuales".

A su juicio, los casos de Santana, Nissan o Gillette, son un claro ejemplo de que los grandes grupos multinacionales buscan la entrada en los mercados y que su implantación industrial es más consecuencia de un apoyo logístico a sus planes comeriales, que una apuesta industrial decidida por un país.

También criticó la escasa vigilancia de las autoridades sobre la evolución de estas compañías, al consentir el solapamiento de los productos nacionales con los que esos mismo grupos han implantado en España una vez se han hecho con el mercado. "Para ellos", dijo, "resulta irrelevante donde producir, pero para nosotros no, porque de eso depende el mantenimiento de muchos puestos de trabajo".

En el caso de la industria de la alimentación, a laque pertenence el Grupo Domecq, "nosotros teníamos oportunidades de haber hecho una apuesta selectiva en este sector, donde la posición relativa de España no era mala", y lamentó que el Gobierno no haya mantenido un apoyo decidido a "la constitución de grupos multinacionales propios", como podría haber sido la empresa española de bebidas alcohólicas, al tiempo que se configuraban alianzas con otros grupos extranjeros.

"En el sector de la alimentación lo que hemos estado viendo, más que en cualquier oto sector, es que se compran empresas españolas, pero prácticamente no hemos visto que empresas españolas adquieran compañías en otros países, lo que está desequilibrando nuestra posición inicial que era relativamente más favorable en la alimentación que en otros sectores industriales". agregó.