Ello significa, entre otras cosas, que muchos de esos menores sólo ingieren alimentos en los comedores escolares y sufren problemas de alcoholismo o drogodependencia en sus familias.

El estudio, que hoy publica el periódico "Canarias 7", indica que la mayoría de estos casos tienen su origen en la familia, lo que provoca absentismo escolar y hace vivir a los niños en la marginalidad.

La Drección General de Protección del Menor también ha detectado un alto número de menores cuyo único alimento a lo largo del día es el que reciben en los centros escolares, la única razón a veces por la que asisten a clases.

Para intentar paliar esta situación, la dirección general está elaborando, junto con otras instituciones, un plan de prevención e intervención con menores en situación de riesgo.

En el archipiélago hay alrededor de mil niños ingresados en centros de acogida, según la Consejería e Sanidad y Asuntos Sociales. La mayoría de ellos mantiene una relación esporádica con sus padres, ya que no los visitan con frecuencia.