DIVORCIO. LOS PROTESTANTES ESPAÑOLES DICEN QUE LA PROPUESTA DE LA IGLESIA ANGLICANA RESPETA LA DOCTRINA CRISTIANA

MADRID
SERVIMEDIA

La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede), que agrupa a las Iglesias protetantes, señaló hoy que la propuesta presentada por obispos anglicanos ingleses partidarios de que los divorciados puedan volver a contraer matrimonio religioso se ajusta a los planteamientos de los protestantes españoles.

Pedro Tarquis, portavoz de Ferede, declaró a Servimedia que, a diferencia de los católicos, los evangélicos no consideran un sacramento el matrimonio. Sin embargo, también le otorgan un carácter indisoluble, si bien los divorciados se pueden volver a casar si la separación se produjo"en circunstancias extremas y por motivos justificados".

Entre estos motivos se encuentra el abandono del hogar de uno de los cónyuges, la violencia doméstica y otras situaciones que hagan imposible la convivencia.

En este sentido, Tarquis, quien aludió a las peculiaridades de la Iglesia inglesa, dijo que lo que proponen los prelados anglicanos ingleses se acerca a las tesis evangélicas.

Hasta la fecha, la Iglesia anglicana de Inglaterra se opone a las bodas de divorciados mientras vivan susex cónyunges, aunque en algunas parroquias se ofician estos casamientos.

Tarquis señaló que "incluso Jesús en el Nuevo Testamento expuso algunas circunstancias en las que el matrimonio se podía disolver", aunque matizó que el divorcio no debería convertirse en norma y no se debe relativizar la importancia y el sentido del matrimonio.

Asimismo, recordó que la propuesta de los obispos ingleses retoma los postulados que la Iglesia anglicana aceptó tras el acercamiento a la Iglesias protestantes que rotagonizó en el siglo XVII, auspiciado por Oliver Cromwell, que aprovechó la debilidad del reinado de Carlos I.

Este acercamiento, que acabó cuando la anglicana volvió a convertirse en la Iglesia oficial de Inglaterra, hizo que los anglicanos aceptarán el divorcio, siempre que estuviera motivado bien por la "inmoralidad sexual" de alguno de los dos cónyuges, bien por el abandono de las responsabilidades del hogar de uno de ellos.

(SERVIMEDIA)
26 Ene 2000
GJA