Martí Mingarro adujo que la inscripción en el turno de oficio es voluntaria, por o que quien se apunta a él "no puede hacer ningún alegato de conciencia porque tiene la obligación de desempeñar la función y a ello se ha comprometido".

El decano de los abogados madrileños señaló que la invitación del Papa a los abogados católicos para que no tramiten divorcios tiene un carácter "confesional", pero España es un estado "laico" en el que se imparte "una justicia necesariamente laica, en la que el referente confesional no tiene acomodo".

"De manera", añadió, "que no tiene sentido ue los abogados hayan de sentirse vinculados, ni siquiera llamados, por esa exhortación que ha hecho el Papa".

Puntualizó que otra cosa distinta es que "todo abogado puede rechazar un caso que afecta al fuero de su conciencia, pero si lo toma, no tiene derecho a defender mal por el peso de su cargo de conciencia". Añadió que los abogados españoles tienen que trabajar con las leyes "de un Estado laico, en el que el mensaje confesional no tiene cabida".