Según informaron a Servimedia asistentes a la reunión, el ex parlamentario Antonio Romero y los diputados Felipe Alcaraz y Willy Meyer, los tres de la federación andaluza, abogaron por hacer una oposición firme al PP "desde la independencia" y sin practicar una colaboración demasiado asidua con los socialistas en el Parlamento.

Estos dirigentes consideraron que Izquierda Unia debe persistir en sus "señas de identidad" diferenciadas de las de los socialistas, con el fin de que la opinión pública siga viendo claro que es IU quien representa sin "ambigüedades" la bandera de la izquierda en España.

En el lado más extremo en la defensa de esta tesis se situó el dirigente Juan Francisco Martín Seco, quien abogó por mantener una actitud de oposición "constructiva" frente al PP y siempre abiertos a la colaboración.

Los representantes de la corriente crítica Nueva Izquierda,entre ellas Isabel Villalonga, discreparon de esta idea y abogaron por marcar claramente las diferencias con el Partido Popular y abrir una nueva etapa de mayor entendimiento con el PSOE.

El coordinador general, Julio Anguita, no tomó la palabra a favor de ninguna de las opiniones y se limitó a recabar por escrito distintas aportaciones para el discurso del debate de investidura.