EUROPEAS

DISEÑAN UN TRAJE DE PROTECCIÓN PARA APLICAR PESTICIDAS EN INVERNADEROS

MADRID/SEVILLA
SERVIMEDIA

Expertos del grupo de investigación Química Analítica de Contaminantes de la Universidad de Almería (UAL) están desarrollando un nuevo traje de protección individual para la aplicación de productos sanitarios en el modelo de agricultura almeriense. Se trata de una prenda con propiedades mixtas, confeccionado con un material impermeable y otro transpirable.

Este modelo de desarrollo ha sido elegido tras observar que la mayoría de las guías de prevención de riesgos labores son efectuadas por especialistas del norte de Europa, donde las condiciones climáticas difieren de las presentes en estas latitudes o en el interior de un invernadero. Este estudio has sido financiado con 12.000 euros por la Consejería andaluza de Empleo.

Para evaluar el grado de protección de cada equipo en relación al confort que aporta al trabajador, los investigadores de la UAL, dirigidos por Francisco Egea González, utilizaron una prenda de algodón, que simulaba la piel del operario, debajo del traje a evaluar.

Asimismo, se incluyeron como variables la absorción en los diferentes segmentos del cuerpo (diferenciando ente brazos, tronco, piernas, muñecas y tobillos), las características propias de cada cultivo (altura de las matas y densidad foliar) y el análisis de los fluidos biológicos (orina y sangre) para definir la concentración de contaminante asimilado por el organismo con mayor exactitud.

Las conclusiones obtenidas ponen de manifiesto que existe mayor nivel de penetración en los brazos y en las piernas, especialmente en aquellas zonas de presión, como ocurre en los hombros, muñecas y rodillas. Esto se debe a que el movimiento de las articulaciones ejerce una presión sobre el tejido que facilita la penetración del fluido.

Sin embargo, en el tronco, aunque la cantidad de plaguicida que recibe es mayor, la penetración es menor, incluyendo los trajes de algodón.

Basándose en estos resultados, los investigadores han propuesto que los brazos y las piernas estén protegidos mediante un material impermeable. Por su parte, el resto de zonas corporales, como el tronco, se pueden liberar mediante un material más transpirable. La finalidad principal reside en evitar otros riesgos de mayores consecuencias, por ejemplo, el estrés térmico.

(SERVIMEDIA)
01 Jun 2009
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