La realizadora, que ha dirigido a las tres actrices suecas con mayor proyección internacional -Inge Thulin, Liv Ulman y Bibi Andersson-, ha recibido un homenaje en el VIII Festival Internacional de Cine Realizado por Mujeres, que se clausura mañana en Madrid.

"Las mujeres tenemos que luchar más para conseguir el dinero necesario para realizar un filme, cobramos menos dinero por nuestro trabajo y, en general, tenemos que sortear muchísimas más dificultades que los hombres", remarcó Zetterling. La realizadora sueca, de 66 años, autora de "Juegos de noche" (1966) -película-escándalo de aquel año en el Festival Internacional de Cine de Venecia por el tratamiento incestuoso de las relaciones entre una madre y su hijo en el citado filme-, empezará el año que viene el rodaje de "Las mujeres que limpiaron el mundo", cuyo guión, escrito por ella, ya está ultimado.

Zetterling contará en esta película de tintes ecologistas con la participación de la actriz alemana Marianne S„gebrecht (protagonist de Bagdad Café), la francesa Jeanne Moreau y la griega Melina Mercouri, ex ministra de Cultura de su país.

"Para mí es muy importante trabajar con personas que tengan un lenguaje interior parecido al mío; y yo he escrito esta película pensando en Marianne. Es un guión en el que he tratado de hacer una historia muy divertida para contar algo muy serio, como es la degradación de nuestro entorno. Creo que sólo riéndonos mucho podemos ser conscientes de la seriedad de algunas cosas".

La polémica ha arcado siempre la obra de Zetterling. En 1969, por ejemplo, se estrenó su cuarto largometraje, "Las chicas", una recreación de "Lisístrata" de Aristófanes en la que denuncia el sexismo. La película desató fuertes protestas y supuso un rotundo fracaso comercial, por lo que se vio obligada a abandonar la dirección de largometrajes, aunque continuó dirigiendo documentales y escribiendo novelas.

En 1982, junto a lIv Ulman, retomó su actividad como directora de largos y realizó "Love", a la que siguió "Scrbbers". Las preocupaciones feministas se encuentran presentes en toda la obra de Zetterling, entremezcladas con un agudo sentido del humor. En 1986 volvió a la creación de ficción con "Amorosa", donde narraba la vida de una polémica escritora sueca y sus relaciones sentimentales con una mujer mayor, en las que encuentra la liberación de los opresivos lazos familiares.

"Que las mujeres hagamos cine o escribamos es algo muy importante, porque aunque necesitamos más tiempo para sentirnos seguras, cometams errores, nuestra manera de expresarnos nos pertenece, con ella observamos el mundo", subrayó.

Zetterling trabajó en dos ocasiones como actriz con el director sueco Ingmar Bergman, a quien calificó como "un tipo muy listo que se acostó con muchísimas mujeres para obtener todos sus secretos y plasmarlos en sus películas".

A la hora de manifestar su predilección por algún realizador desde el punto de vista feminista, Zetterling tan sólo se decantó por el joven cineasta chino Zhang Yumou, autor de Ju Dou" y "Sorgo rojo", aclamadas ambas por la crítica intermnacional. "Fellini y Buñuel me interesan como cineastas pero no me interesa su visión de la mujer", dijo Zetterling.

El Festival Internacional de Cine Realizado por Mujeres será clausurado mañana con los premios del público al mejor largo, corto, documental y vídeo.