Así lo manifestó en una entrevista en la agencia de noticias Servimedia y en la que confirmó que “para este año nos hemos marcado el objetivo de superar los 6.000 trasplantes, lo que supondrá que atenderemos mejor las necesidades de nuestros pacientes". Recordó que el año pasado se realizaron "más de 5.800, lo que es un reto, un hito histórico”.

De hecho, en 2023 se realizaron 3.688 trasplantes renales (8% más que el año anterior), 1.262 hepáticos (+9%), 479 pulmonares (+15%), 325 cardíacos (+5%), 100 de páncreas (+9%) y 7 intestinales (+75%). Con un total de 433 procedimientos, la actividad de trasplante renal de donante vivo aumentó en un 24% y representó el 12% del total de trasplantes renales efectuados.

Además del récord histórico que supuso el número total de trasplantes, las cifras de trasplante renal (tanto de donante vivo como de donante fallecido), hepático y pulmonar también superaron cualquier cifra registrada.

Este alto nivel de actividad se alcanzó gracias a las 2.346 personas que donaron sus órganos tras fallecer, lo que sitúa la tasa de donación en 48,9 donantes por millón de población, y 435 personas que donaron un riñón (433) o parte de su hígado (2) en vida.

LISTAS DE ESPERA

Sin embargo, agregó la directora de la ONT, “la cruda realidad con la que nos encontramos son las listas de espera que van creciendo. Siempre se piensa que cuando aumenta la actividad trasplantadora, las listas de espera disminuirán, pero ocurre lo contrario, ya que se flexibilizan los criterios de acceso al trasplante”.

Lo cierto, remarcó, “es que el tiempo de espera en España es muy reducido, afortunadamente, gracias a la donación de personas fallecidas. En el caso del riñón estamos entre un año o un año y medio de media. Para órganos vitales como el hígado, el corazón o el pulmón, los tiempos de espera están entre los tres y los seis meses, es decir, tiempos de espera muy reducidos”.

En cambio, en Alemania, por ejemplo, el tiempo de lista de espera para un trasplante de riñón es de nueve años. Por lo tanto, puntualizó Domínguez-Gil, “estamos hablando de diferencias absolutamente abrumadoras con países de nuestro entorno”.

No obstante, aclaró que el objetivo es “conseguir que un gran volumen de pacientes con enfermedad renal no tuvieran que empezar su tratamiento sustitutivo con hemodiálisis o diálisis peritoneal antes del trasplante, algo que ahora ocurre con el 95% de los pacientes”.

DONACIÓN EN ASISTOLIA

Para seguir mejorando todas estas cifras, una de las principales líneas de crecimiento es la donación en asistolia, es decir, el donante de órganos tras certificar su muerte por parada cardíaca irreversible.

Con un total de 1.050 donantes (un 15% más que en 2022), el 45% de los donantes en España en 2023 lo fueron en asistolia. Además, este tipo de donación se consolida como multiorgánica, gracias a la generalización en los hospitales españoles de un complejo procedimiento de preservación de órganos basado en dispositivos de circulación extracorpórea (ECMO), también con firma española.

Gracias a ello, en 2023 se realizaron 1.488 trasplantes renales, 474 hepáticos, 195 pulmonares, 58 cardiacos y 31 pancreáticos con órganos de donantes en asistolia. A estos se suma otro trasplante intestinal en asistolia realizado por el Hospital Universitario La Paz de Madrid, que en 2022 ya efectuó dos trasplantes intestinales con las mismas características.

Otro campo de crecimiento lo puede protagonizar la Inteligencia Artificial. A este respecto, la directora de la ONT aseguró que “nos puede ayudar en muchas áreas del trasplante". "Al no tener órganos para todos debemos contar con modelos que nos permitan predecir o evaluar qué pacientes tienen más riesgo de mortalidad en lista de espera, de tal manera que los órganos se asignen a los pacientes que están en una situación más crítica”, agregó.

Además, añadió que la Inteligencia Artificial “nos puede ayudar a seleccionar el mejor receptor dependiendo de sus características para un donante en particular y un órgano concreto, atendiendo a sus características”.