Ferrer dijo que las informaciones que han difundido los medios de comunicación sobre el contenido del informe pericial realizado por dos expertos de la Universidad Politécnica de Cataluña, que atribuye la rotura a fallos en el proyecto de construcción y en el de recrecimiento de la balsa, coinciden con "las sospechas que se manejaban en un principio".

El máximo responsable de la estación biológica señaló que, a pesar de que los trabajo de recuperación de las zonas afectadas han costado hasta la fecha más de 50.000 millones de pesetas a las administraciones, "la mina sigue trabajando".

En este sentido, Miguel Ferrer aseguró que le sorprende "que se puedan hacer las cosas mal tan reiteradamente" y mostró su confianza en que el proceso judicial depure todas las responsabilidades.