Nueva Izquierda ha dado libertad de voto sus diputados, que en ningún caso votarán en contra de la reforma del mercado de trabajo acordada por sindicatos y empresarios. Esta sería la segunda ocasión en que el PDNI rompería la disciplina de voto, tras un primer desencuentro sobre las condiciones de convergencia de Maastricht y la moneda única.

El sector mayritario de IU, nucleado en torno al coordinador general Julio Anguita, asegura sentirse "engañado" por los dirigentes del PDNI, que firmaron un documento en el que se comprometían a acatar las decisiones de los órganos de dirección IU, como paso previo a su reconocimiento como partido.

En este sentido, el sector oficial considera que una discrepancia de este calibre no puede ser ignorada, máxime cuando Nueva Izquierda ya ha sido amonestada por su actitud por la Presidencia Federal.

Las fuentes cosultadas descartan que el grupo parlamentario tome medidas y que se la dirección de la coalición decrete sanciones disciplinarias. La respuesta será política y podría incluir desde la marginación de los miembros del PDNI de los distintos puestos de responsabilidad que ocupan en la coalición hasta la petición de devolución de las actas de diputado a Ricardo Peralta, Manuel Alcaraz y Cristina Almeida.

"No se les puede obligar a dimitir, pero se les puede reprobar política y moralmente por su actitud, poiendo de relieve ante nuestro electorado que están violando los acuerdos que firmaron, engañando a todos sólo para ser aceptados como partido", aseguraron las fuentes consultadas por esta agencia.

RUPTURA

El líder del PDNI, Diego López Garrido, estima que la situación de discrepancia interna en la coalición aboca a IU a la ruptura y es "una estrategia suicida" impulsada por los sectores más duros del PCE.

La apreciación sobre la posible cercanía de una división es compartida por la mayoría cercna a Anguita, que entiende que "no sería buena ni para ellos, ni para nosotros" y tan sólo beneficiaría al PSOE.

El PDNI podría escenificar mañana la "fragmentación" de la coalición en la votación de la reforma laboral que, con toda probabilidad, apoyarán sus tres diputados, rompiendo la disciplina de voto del grupo parlamentario, que se pronunciará en contra.

Después de la votación que tendrá lugar en el pleno de mañana, Cristina Almeida, Ricardo Peralta y Manuel Alcaraz, explicarán los motivos ue les han decidido a dar su apoyo a la reforma pactada entre sindicatos y empresarios.

La dirección de Nueva Izquierda es consciente de que esta postura discrepante puede acabar en la ruptura definitiva de la coalición que, desde el punto de vista de López Garrido, sólo es evitable si el PCE liderado por Anguita da un giro de 180 grados a su política.

Según dijo a Servimedia, los comunistas tendrían que hacer una apuesta clara por la alianza con la izquierda política y social, una defensa decidia del proceso de Unión Europea, una oposición inequívoca frente al PP que evite que IU se convierta en "auxiliar subalterno" del Gobierno cuando a este le fallan sus apoyos nacionalistas y, además, abordar la reconstrucción de las relaciones de la coalición con los sindicatos.

En torno a estos temas "no exite en IU consenso ni se pretende conseguir", aseguró López Garrido, quién además criticó a Anguita por convocar nuevamente a una reunión a un grupo escogido de fieles, lo que significa en las práctia "que hay una dirección paralela y sectaria", según el dirigente de NI.

"Todas estas cosas son las que ponen en crisis a IU. La estrategia suicida del PCE lleva a IU a la fragmentación y sólo la rectificación de esta postura por parte del PCE podría recomponer IU", aseguró López Garrido.

A su juicio, la actitud del PCE en los últimos tiempos ha sido una "invitación continua a la ruptura" tal y como quedó patente en el momento en que se decidió sancionar a los miembros de NI.