LA DIRECCION DE IU DESCARTA UNA AUTOCRITICA POR LOS RESULTADOS Y DESECHA LA EXIGENCIA DE RESPONSABILIDADES PERSONALES
- Anguita ice que IU puede ser decisiva para la formación del nuevo gobierno
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La Presidencia Federal de Izquierda Unida redujo hoy a la mínima expresión el análisis autocrítico por los resultados cosechados en las elecciones generales y rechazó por unanimidad la exigencia de responsabilidades personales, tanto por el discreto avance a nivel nacional como por el descalabro de Andalucía.
Los representantes de la corriente crítica Nueva Izquierda se quedaron prácticamente en solitaio a la hora de evaluar de forma muy negativa el desenlace que ha tenido el 3-M para Izquierda Unida, y su demanda de un cambio nítido en la estrategia política cayó en saco roto.
La lectura oficial de los resultados se sintetiza en los análisis que hicieron de los mismos los principales responsables de la campaña electoral: "magníficos resultados y los mejores de nuestra historia", en palabras de Angel Carcía Castillejo, y crecimiento "importante", a pesar de la falta de medios económicos, según el cordinador electoral, Félix Martínez de la Cruz.
Del derrotismo de las primeras horas posteriores al cierre de los colegios electorales se pasó a la complacencia de hoy por los resultados de las generales y sólo se admitió sin ambages el fracaso de Andalucía.
El ambiente más optimista que reinó hoy en la dirección de IU llevó incluso al propio coordinador general a declarar antes de iniciarse la reunión que su coalición puede ser una fuerza "decisiva" en la configuración del nuevo gobierno, porquesi Aznar no logra ser elegido presidente con los votos de CiU y PNV, se podría ir a un gobierno de progreso presidido por "otro señor" y en el que podían estar fuerzas como PSOE, Izquierda Unida o el Bloque Nacionalista Galego.
La mayor parte de los que pidieron la palabra en representación del sector mayoritario encontró razones múltiples para justificar el crecimiento de sólo tres diputados: miedo a la derecha, bipartidismo, medios de comunicación públicos hostiles a IU, reducido presupuesto de campña, fueron algunos de los argumentos que se esgrimieron durante la sesión, acompañados de una valoración muy positiva del crecimiento experimentado de 360.000 votos y la obtención de acta de diputado en comunidades en las que hasta ahora no se tenía escaño, como Euskadi o Navarra.
CAMBIO DE TACTICA
Por el sector mayoritario, el 'mea culpa' se limitó a personas como Antonio Romero, quien dijo que quizá sea preciso ahora un cambio de "táctica", pero no de estrategia, frente al PSOE, o la 'ortodoxa' Aneles Maestro, que habló de "ciertos fallos organizativos en la campaña, que no han sido, sin embargo, determinantes".
Sobre las responsabilidades personales, que ni siquiera exigieron los 'renovadores', los encargados de la campaña y el coordinador de la Presidencia Federal, Mariano Santiso, se encargaron de recordar a los informadores que esta ha sido la campaña "más cohesionada" de todas en Izquierda Unida, y si se exigen responsabilidades, éstas deben ser colectivas. "Si nos hemos equivocado, nos hmos equivocado todos", indicó Santiso.
En su intervención de apertura, Julio Anguita reiteró que el ascenso ha sido moderado y menor del deseado, pero circunscribió la autocrítica a meros fallos organizativos de la campaña y habló de la necesidad de ampliar el contacto con la militancia.
ERRORES DE BULTO
La corriente Nueva Izquierda sí descargó hoy toda su artillería contra los resultados y habló de "fracaso, debacle y varapalo", según los términos empleados por el ex diputado Diego López Garrio.
Culparon del descalabro, sobre todo, no a una campaña electoral "confusa y con errores de bulto", como el ataque "fundamentalista" que se ha hecho contra Maastricht, sino a una estrategia errónea de años, "basada en una política agresiva meramente crítica con el PSOE, que nos ha acercado al PP, con una pinza que no ha sido entendida por el electorado de izquierdas".
López Garrido también mencionó en su intervención hechos como el reciente congreso del PCE y sus intentos de hegemonización de Izuierda Unida y de confrontación con el sindicato CCOO.
Respecto a la decisión del sector crítico de no pedir dimisiones por lo sucedido, el portavoz de la corriente, Juan Berga, indicó que "hoy no es el momento procesal de las responsabilidades, porque si se habla de cambiar personas y no se cambia la estrategia, no sirve de nada".
El contínuo entrar y salir de la reunión de miembros de la Presidencia para trasladar sus impresiones a la prensa provocó gran malestar en Julio Anguita, que les pidióque guardaran silencio hasta la rueda de prensa que mañana ofrecerá la dirección para informar del análisis que se ha hecho de los resultados del 3-M.
El próximo jueves se reunirá la Comisión Ejectiva de Izquierda Unida para preparar las negociaciones sobre la composición de la Mesa del Congreso y la investidura del presidente del Gobierno.
(SERVIMEDIA)
05 Mar 1996
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