El Director gerente del Hospital, Joaquín Estévez, corroboró, tras la investigación realizada en el servicio de urgencias, la versión del Departamento de Interior de que ambos agentes acudieron a dicho centro en una ambulancia y que, uno de ellos no fue atendido debido a trámites burocráticos.

La nota hecha pública hoy destaca que debido a las normas correspondientes a las Comarcalización Sanitaria de Guipúzcoa, a uno de los agentes, por su domicilio, se le indicó que su asistencicia "ubiera debido prestársela el Hospital de Guipúzcoa (ubicado a 150 metros); ante esta respuesta, se creó una situación de nerviosismo, con discusiones y amenazas por ambas partes, que lamentamos profundamente".

Según la nota, "la facultativa de guardia, mostró su disposición a atender al ertzaina en el propio Centro, a pesar de indicar que la situación clínica era lo suficientemente buena como para poder acudir a su hospital de referencia, dada su proximidad" y que, a pesar de ello, los agentes decidieon, "por su cuenta" acudir a la Clínica Pakea.

La dirección del Centro Nuestra Señora de Aránzazu espera que "este hecho no enturbie la confianza en nuestro centro, ni la estrecha colaboración que venimos desarrollando entre ambas instituciones en temas relacionados con la protección de la salud de los ciudadanos vascos", añade el escrito.

Por su parte, el sindicato independiente de la Ertzaintza, ERNE, manifestó a Servimedia que estudia con los agentes afectados, la posibilidad de emprender accines judiciales contra el citado hospital, ya que "no estamos conformes con una simple disculpa".