Para Ballesteros, la huelga no beneficia la reindustrialización de Andalucía, "porque los empresarios se instalan en la región tras comprobar si hay infraestrutura suficiente, si la mano de obra es cualificada y si existe tranquilidad social; en Andalucía hay buenas infrestructuras, una relativa mano de obra cualificada, pero la huelga echa al traste la tranquilidad social".

Las centrales sindicales UGT y CCOO han convocado un paro de ocho horas para el día 17 en protesta por la situación crítica que atraviesan la mayoría de las grandes empresas andaluzas.

Según los sindicatos, más de 60.000 trabajadores de la industria en la región están sometidos a epedientes de regulación de empleo, descapitalización de empresas y cierre de las mismas, entre las que destacan las del Polo Químico de Huelva, las multinacionales Fujitsu, Siemens y Alcatel y las factorías que surten de material bélico al Ministerio de Defensa.

Los diputados socialistas consideran que la mejor forma de protestar por la situación del sector en Andalucía sería la manifestación. "Respetamos la convocatoria del día 17 porque la huelga es un derecho creado para ser utilizado por todos, peo los empresarios temen el fantasma de la huelga y las tensiones sociales", indicaron.

Una de las razones esgrimidas por los sindicatos para justificar el paro es "la nula voluntad política de los gobiernos central como autonómico a la hora de reactivar el sector industrial".

Para Ballesteros y Martínez, la situación de la industria no depende exclusivamente de los poderes públicos, "puesto que estamos en una economía mixta de mercado y el desarrollo económico no se debe sólo al Estado, sino tambén a la iniciativa privada".