Cuando, después de casi hora y media de discurso de investidura, Sánchez constató por fin que la mayoría parlamentaria del Congreso de los Diputados iba a aprobar la ley de amnistía, se refirió al contexto político y social más tranquilo que se vive en Cataluña desde que él gobierna, y también a que hay un importante porcentaje de catalanes que son independentistas.

“Las circunstancias son las que son”, apeló, y al instante los diputados del PP y Vox emitieron murmullos de aprobación, sólo que entendiendo esa expresión del candidato como si se refiriera a que tiene que promover la amnistía porque las circunstancias parlamentarias, con su dependencia de Junts y ERC, efectivamente “son las que son”.

La mofa continuó cuando Sánchez, al darse cuenta del doble sentido que podía tener su justificación, tan saludada burlonamente por sus adversarios políticos, quiso puntualizar que con la constatación de las circunstancias se refería al “interés general”. “Aaaaah”, reaccionaron diputados de los dos grupos de la derecha simulando que ahora ya habían comprendido el verdadero motivo de la amnistía.

"'Las (mis) circunstancias son las que son' es la mejor frase que ha dicho Sánchez para justificar la amnistía", apuntalaron fuentes del Partido Popular, con la misma sorna que sus diputados, poco después de que el presidente en funciones y candidato a la investidura la pronunciara en la tribuna del Congreso.