Las explicaciones que dieron en el Congreso de los Diputados el ministro de Defensa, José Bono, y los argumentos esgrimidos por el PSOE para defender la misión no satisfacen a Garrido.

Tanto Bono como los portavoces socialistas Alfredo Pérez Rubalcaba y Jesús Cuadrado defendieron en la Comisión de Defensa y en la Diputación Permanente que la misión actual no es "Libertad Duradera", amparada por Estados Unidos, de la que España se salió, sino otra distinta auspiciada por la ONU para colaborar con las autoridades afganas.

Argumentaron, además, que el "batallón electoral" actualmente desplegado en Afganistán para los comicios legislativos del próximo mes de septiembre recibió una autorización distinta y aparte del batallón que se envió para cubrir las presidenciales.

Con este argumento, tanto Bono como los socialistas trataban de desmontar la acusación del PP de que el Gobierno ha modificado el objetivo y la estructura de la misión española sin consultarlo al Parlamento.

Sin embargo, Garrido asegura en un comunicado que la autorización dada por el Parlamento en julio de 2004 "ya ha expirado y no hay razones para continuar en Afganistán sirviendo los intereses geoestratégicos de los Estados Unidos".

"España no tiene que hacerse perdonar nada ante Estados Unidos por la retirada de Iraq. La política española de alianza de civilizaciones no puede hacerse haciendo de logista menor de la ocupación militar norteamericana", añade Garrido.

Por ello, este diputado, que votó en su momento en contra del envío de tropas a Afganistán, asegura que mantendrá esa misma posición en todos los debates que haya al respecto.