La residencia contará con un total de 182 camas, aunque podrán ser muchas más las personas que e beneficien de sus instalaciones, ya que dispondrá de un centro de día para aquellos ancianos que, viviendo con sus familiares, necesitan que alguien les atienda durante el día.

De esas 182 plazas, 8 estarán adecuadas como "habitaciones de respiro", para que que las personas mayores que viven en sus casas o con familiares puedan estar alojados en el centro durante un periodo de tiempo no superior a un mes.

Con esa residencia especializada, la diputación pretende que personas con enfermedades de tras residencias de la provincia puedan alojarse en ella y dejen plazas libres para otras personas de esas localidades.

El coste del edificio será de 994 millones de pesetas, de los cuales la Diputación únicamente pagará 300 y el resto lo deberá abonar la empresa particular que haga el edificio, a la que concederán la explotación por 50 años.

Será también la institución guipuzcoana la que adjudique la construcción y la gestión de la residencia a aquellas personas o empresa que demuestren estar má capacitadas para tratar con personas con los problemas mencionados. Además, supervisará el funcionamiento del hogar.

Cada anciano, como en el resto de las residencias, aportará el 75% de su pensión, mientras la Diputación estipulará lo que cuesta mantener a una persona en ese lugar y subvencionará un tanto por ciento.