"Yo creo que le halagaron el oído hace ahora un año, se lo creyó", dijo Ardanza a la Cadena Ser, pero "una persona tiene que saber cuál es el límite de sus capacidades y de sus posibilidades y al final ha ocurrido lo que ha ocurrido. Esto no ayuda a nadie. No le ayda a González y no le ayuda tampoco al propio Garzón.

Ardanza afirmó que las manifestaciones de Baltasar Garzón, en las que acusaba a González de haberle engañado y de pasividad en la lucha contra la corrupción, han dado en la "línea de flotación" del presidente y han tocado "su habilidad y su credibilidad convenciendo de lo que sea y a quien sea".

Añadió que "tampoco Garzón volverá a ser lo que fue, puesto que en el camino ha dejado bastantes plumas".

El lehendakari lamentó que los casos decorrupción y las dimisiones estén restando atención a otros temas como la situación económica, las elecciones europeas o las andaluzas.

El presidente vasco, que hoy viaja Bruiselas para entrevistarse con Delors, mostró su preocupación por el escaso interés que despiertan los temas europeos y recordó que "este periodo de cinco años va a ser importantísimo en la construcción europea".