"No nos planteamos, en absoluto llevar el esfuerzo de 1997 en coalición con otra fuerza política", añadió Serra en declaraciones a la Ser.

Por lo que se refiere al paro del 28-M, indicó que á el le preocupa más el "día después" de la huelga general que la propia jornada del 28 de mayo, y añadió que el Gobierno no puede moificar el Día de las Fuerzas Armadas "dando a entender que puede haber algún tipo de confrontación entre sindicatos y Fuerzas Armadas o entre los sindicatos y Su Majestad el Rey".

"Lo que no hubiera entendido ningún ciudadano es que un acto institucional del Estado se cambie de fecha porque los sindicatos convoquen huelga. Esto es lo que no debe hacerse en ningún caso", explicó.

El vicepresidente negó que el Ministerio del Interior vaya a enviar al Servicio de Información de la Guardia Civil (SIG) a las asambleas de trabajadores previas al 28 de mayo para "espiarlas". "Es evidente que ni el Gobierno ni la Guardia Civil están enfocando de esta forma el día 28", agregó.

Serra explicó que la Ley de Huelga, uno de los motivos de confrontación entre Gobierno y sindicatos, es una "exigencia" de la sociedad y de la Constitución, además de un compromiso adquirido por el PSOE en su programa para las elecciones generales de 1989.

"DECRETAZO" NECESARIO

Por otro lado, el vicepresidente del Gobiern afirmó que al Ejecutivo no le quedaba más remedio que "intervenir" en el Instituto Nacional de Empleo (Inem) para combatir el fraude.

Comentó al respecto que durante 1989 el Estado pagó un billón de pesetas en prestaciones por desempleo. Dos años más tarde, con 800.000 parados menos, el Inem pagó el doble, dos billones de pesetas, lo que a juicio del Ejecutivo no se explica si no existe fraude.

"Se han creado mecanismos de trabajo rotativo, precario, de trabajar sólo seis meses y estar cobrando res. Luego, pasar al subsidio. Esto convierten al seguro de desempleo no en un seguro para un trabajador que se ha quedado sin empleo, sino en un subsidio para determinadas formas de producir y creando dos clases de trabajadores en una empresa: los fijos y los que tienen que estar batallando continuamente por contratos en precario. Eso es lo que hemos querido resolver", argumentó.

Para Serra, el sistema de Plan de Empleo Rural (PER), al que no le afectan los recortes del "decretazo", es una pensión "aistencial".

"¿Cómo se le puede decir a un gobierno que no tiene sensibilidad social si en un quinquenio hemos avanzado de forma enorme en lo que la socialdemocracia europea ha necesitado tres, cuatro y cinco quinquenios (educación, sanidad universal)?", se preguntó.

Narcís Serra aseguró que es "crucial" para España estar entre los países que en 1997 tendrán moneda única, y por tanto se necesita un Plan de Convergencia y "construir más fábricas, más puestos de trabajo y mejorar los equipos de nuesras fábricas, nuestros servicios, de nuestras infraestructuras".

"Si no se crea un clima de confianza, si no se está en un mercado financiero que avanza, si no se está con la situación que ha permitido estar con estos países, no vamos a tener ni el clima de confianza para invertir ni las entradas de capital extranjero que necesitamos y va a haber un cierto espíritu de fracaso colectivo", explicó.

Por todo ello, dijo, el Gobierno considera "prioritario" que los sindicatos, empresarios y demás agenes sociales hemos de hacer un esfuerzo para estar en el "tren" del 97 "porque esto resuelve definitivamente los problemas que nos planteamos cuando empezamos a tener democracia".

LE APOYA TODO EL PARTIDO

Por otro lado, el vicepresidente del Gobierno cree que le apoya todo el PSOE en su conjunto, "guerristas" y no "guerristas".

Respecto a las declaraciones de la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, y del presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en las que mbos aseguraron que Serra tiene mucho menos peso que Alfonso Guerra en el PSOE, el vicepresidente comentó que los políticos "hemos de ser muy cuidadosos con lo que decimos".

Preguntado si entra en sus previsiones ser presidente del Gobierno cuando Felipe González abandone el cargo, Serra dijo que él, por razón de la vicepresidencia, es uno de los "mejores conocedores" de las dificultades que entraña ser presidente del Gobierno.

"No hay nadie con sentido común en España que, conociendo eso, desee er presidente del Gobierno", añadió. Finalmente, Serra afirmó que le gustaría volver a su cátedra de economista.