Así se expresó la vicepresidenta segunda en una rueda de prensa de presentación del Congreso Internacional del Trabajo que acogerá Madrid el 13 y 14 de noviembre, donde fue cuestionada por si confía realmente en las posibilidades de llegar a un acuerdo con la patronal en la mesa de la reducción de la jornada laboral.

Díaz subrayó que la reducción de la jornada no está en cuestión, sino que el debate es si se hará con o sin acuerdo tripartito. En su opinión, el acuerdo es posible, pues “el debate está en si queremos estar a la altura de nuestro país”.

Y es que, según Díaz, la rebaja de la jornada es la medida “más deseada” por toda la ciudadanía española, incluso los votantes de Vox, pues es una acción “absolutamente posible y sensata”. Por tanto, avisó de que “lo que tiene que explicar la patronal española es si va a estar a la altura de su país o no”.

“Yo creo que va a estar y puede estarlo, porque estamos hablando de una reducción de media hora al día”, prosiguió la titular de Trabajo, quien recordó, además, que el Ministerio ha presentado un plan de apoyo a las pymes de menos de 10 trabajadores para acompañarlas en su implementación.

Pese a su apuesta por el diálogo social, previno de que no caben “vetos”, sino “negociación”. De este modo, defendió que en la patronal “tienen que decirle a su país y a los empresarios y empresarias” si se negocian particularidades en sectores “o si quieren, sencillamente, el camino de la aplicación estricta de la ley”.

En este sentido, resaltó que la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) que impulsó su Ministerio para este año iba a ser del 4% si era con acuerdo con CEOE pero, al no apoyarlo, se cerró un pacto bipartito con los sindicatos y se revalorizó un 5%.

A su criterio, la patronal “decidió hacer otras cosas” y, “desde luego, parece que beneficiar a los empresarios y empresarias no”, porque “prefirió no firmar un acuerdo y que subiéramos más el salario mínimo”.

“Si pensara que la negociación no es posible, se lo diría. Pero es posible. Los empresarios lo saben perfectamente. La cuestión es si la dirigencia de la patronal se va a hacer un salario mínimo, perjudicando a las empresas, o está dispuesta a negociar”, ironizó Díaz.