El jefe de servicio de psiquiatría del Hospital Universitario San Jorge (Huesca) y representante de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, Carmelo Pelegrín Valero, explicó que se entiende por síntomas psicológicos y conductuales en las demencias las alteraciones de la percepción, del contenido del pensamiento, el estado de ánimo o la conducta, que a menudo se presentan en pacientes con demencia. Los SPCD se pueden agrupar en cinco grupos: apatía, agresividad, agitación, depresión y psicosis.

Generalmente se suele hablar del diagnóstico y tratamiento de los SPCD de la enfermedad de Alzheimer, pero también ocurren en otro tipo de demencias como la demencia frontotemporal, demencia de cuerpos de Lewy, demencia vascular subcortical y enfermedad de Parkinson.

“Los SPCD son la principal causa de institucionalización (hospitalización temprana), y se asocian a contención farmacológica y mecánica y mayor mortalidad (clínica y yatrogénica). También afectan a la calidad de vida del paciente o personas que cuidan, aumentando la sobrecarga de estos últimos”, afirmó el doctor.

Durante su intervención, el doctor Pelegrín Valero también apuntó que la demencia vascular es la segunda en prevalencia después del alzhéimer “aunque a partir de los 80 años las demencias suelen ser mixtas”, puntualizó. Y añadió datos sobre la prevalencia de los SPCD en las distintas demencias especificando que “la demencia frontotemporal es en la que más prevalencia tienen, seguida de la de cuerpos de Lewis”.

Por último, el experto habló sobre la importancia de los tratamientos no farmacológicos para tratar los SPCD y apoyar a las personas cuidadoras. “Los pacientes con demencia que pueden acceder a un tratamiento multidisciplinar con terapias cognitivas, conductuales o reminiscentes tienen mejor calidad de vida y menos fármacos pautados”, concluyó.