Además expresan su "más enérgico rechazo ante el deterioro de los valores éticos, morales y religiosos en nuestra sociedad" y "el mal ejemplo de algunos políticos que no dudan en enriquecerse con la malversación de fondos, tráfico de influencias u otras prácticas similares".

Las militantes de Mujeres Trabajadras Cristianas piden a los gobernantes mayor honestidad en la administración de los bienes públicos de los ciudadanos, un mejor reparto de la riqueza y medidas que apoyen a las empresas en la creación de puestos de trabajo e impidan el enriquecimiento ilegal de determinados sectores.

Asimismo, reclaman mejoras en la formación profesional de los jóvenes y mejores perspectivas socio-económicas, apoyo más efectivo a la familia y adecuada gestión en la sanidad pública que elimine las listas de espera.

Por último, piden un mayor reconocimiento de la actividad de la mujer en la mejora de la sociedad. En este sentido, reclaman medidas que eviten la discriminación en el trabajo. Además, exigen un mayor respeto por la vida, con medidas eficaces contra el aborto, la eutanasia, el terrorismo y las guerras.