Según los datos que manejan organizaciones y sindicatos, se estima que entre los trabajadores y trabajadoras casados o que viven en pareja la dedicación media semanal al trabajo doméstico en mujeres es de 20,1 horas, más del doble que en los hombres.

Otros datos revelan que las mujeres cobran un30% menos que los hombres por un trabajo de igual valor, que sufren más el desempleo y la precariedad.

Pero también en el marco de la salud existen diferencias que hacen a la mujer más vulnerable a determinadas enfermedades, tanto por sus propias características como por el trabajo que suelen desempeñar.

En este sentido, un estudio de Comisiones Obreras revela que soportan una mayor carga músculo-esquelética, tienen un menor control sobre su trabajo y gozan de menor autonomía. Una característica omún a todos estos factores de riesgo es que suelen tener efectos sobre la salud a largo plazo.

Según explica la Fundación Salud, Innovación y Sociedad, existen características exclusivas de la mujer, tanto sociales como biológicas, que conllevan la necesidad de un replanteamiento de las políticas sanitarias.

Por este motivo, dicha Fundación va a poner en marcha el programa "Análisis Prospectivo Delphi. Sexo, Género y Salud", con el objetivo de dar a conocer los pronósticos, valoraciones de futur y expectativas sobre las condiciones de salud de la mujer.