José Malo, responsable de la delegación del CRMF de la zona sur, aseuró hoy a Servimedia que la instalación en una vivienda nueva de un sistema básico de adaptaciones tecnológicas para los discapacitados "sólo elevaría el precio del inmueble en unas 400.000 pesetas, ya que no es una tecnología excesivamente cara".

Estos adelantos, señaló, permitirían a los discapacitados y a los ancianos accionar mediante un soplo, la voz o el roce con la barbilla en una mando a distancia subir o bajar persianas o apagar y encender las luces de la casa.

Asimismo, esta tecnología visaría a una persona sorda si suena el timbre con el apagado y encendido de las luces, o permitiría a los discapacitados físicos contar con un sistema de alarma anticaídas en los baños.

A su juicio, antes las nuevas tecnologías aplicadas a las viviendas eran "más bien un producto de lujo", pero ahora se aplican como medida de ahorro energético. "Hoy en día hay muchas constructoras que preparan sus instalaciones para que en un futuro no muy lejano se apliquen estas tecnologías en la viviendas", agregó

La maqueta de vivienda autónoma presentada hoy se instalará en un inmueble en deuso que pertenece al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, y estará acabado en un año, según José Malo.

Este proyecto se realiza conjuntamente entre el CRMF y el Centro Estatal de Autonomía Personal y de Ayudas Técnicas, ambos dependientes del Instituto de Migraciones y Servicios Sociales.