En vísperas del 24 aniversario de la aprobación de la Constitución en referéndum, Herrero de Miñon declaró a Serviedia que es necesario interpretar la Carta Magna de un modo "flexible", para que puedan sentirse "cómodos" dentro de ella aquellos vascos y catalanes que critican el texto.

"La posición contraria es muy respetable, pero no es integradora", dijo. "Si el nacionalismo vasco se integrara en el marco constitucional, sería muy importante desde el punto de vista español. La integración siempre es buena, porque es la finalidad del propio sistema constitucional".

A su juicio, las propuestas reformistas dePNV, CiU y PSC-PSOE tienen elementos positivos y negativos. En ningún caso conviene rechazarlas de plano y aconsejó "tomarlas en serio y discutirlas", porque no son ocurrencias improvisadas, sino que están amparadas por fuerzas políticas "muy serias, con un gran respaldo popular".

NO OPONERSE A LA REFORMA

Herrero de Miñón considera que las demandas de vascos y catalanes para dar mayor autonomía a sus comunidades cabrían en una Carta Magna "inteligentemente interpretada con finalidad integradora". Sino, siempre podría reformarse a través de las vías que contempla la propia Constitución en el título 10.

"No hay que hacer un tabú de la Constitución. Los constituyentes nunca quisimos hacer una Constitución pétrea, de ésas que no se pueden reformar. Si hay que reformarla, refórmese, aunque actualmente no hace falta con las propuestas que hay sobre la mesa", dijo.

Lo verdaderamente negativo, en su opinión, son las posiciones "rígidas e inmodificables" de quienes defienden la vigencia de la Constiución por encima de todas las cosas, como si fuese un dogma de fe.

"Las cosas no deben depender de si una persona está o no dispuesta, sino de lo que se deduzca del proceso público. Lo que convendría hacer con esas propuestas es tomarlas muy en serio y discutirlas en serio", comentó.

Por último, calificó de "muy positivo" el balance de los 24 años de vigencia de la Constitución, que ha funcionado como un "instrumento de convivencia democrática". Aunque apuntó que "todo es mejorable", destacó la cnsolidación de los derechos fundamentales y el buen funcionamiento de las instituciones.