Según los socialistas, la situación de muchas ciudades se caracteriza por un uso poco racional del coche, con la ocupación de espacios públicos en contra de los intereses de la maoría de los ciudadanos y provocando elevados costes en la salud, el medio ambiente y la seguridad.

En el manifiesto, el PSOE denuncia "la utilización cínica que de dicha celebración hace el Gobierno -y el resto de las administraciones dirigidas por el PP-, intentando ocultar bajo iniciativas puntuales, más mediáticas que reales, desvinculadas de cuaquier consenso y planificación previa, su absoluta ausencia de compromiso real en esta materia durante los otros 364 días del año".

Los socialistas exgen al Gobierno actuaciones concretas, como el aumento de los recursos presupuestarios para subvencionar el transporte público urbano, una ley estatal que regule adecuadamente la financiación del transporte público, una legislación actualizada en materia de contaminación atmosférica y acústica y una reorientación del Plan Director de Infraestructuras que potencie el transporte colectivo.

Finalmente, el manifiesto exige una potenciación efectiva de la bicicleta como modo de transporte, lo que requiere nas infraestructuras seguras y permanentes.