Esa medida figura en el borrador de orden por el que la DGT actualizará los criterios de exámenes para obtener el permiso conducir de la clase A, que permite conducir cualquier tipo de moto, incluidas las de gran cilindrada. La edad mínima para tenerlo es de 20 años.

Ese proyecto de orden sobre formación de motoristas y ciclomotoristas, al que tuvo acceso Servimedia, considera “improrrogable” actualizar el contenido de los cursos para motoristas, pues llevan más de 10 años sin hacerlo.

Respecto a la parte práctica, la circulación en vías abiertas al tráfico tendrá más peso (cuatro horas) respecto de las maniobras en circuito cerrado (dos horas). Actualmente, ocurre al revés.

Además, los alumnos deberán llevar una “prenda homologada provista de airbag” y botas de cuero o material sintético similar que proteja suficientemente el tobillo, algo no especificado en la actual normativa y que también tendrán que portar los profesores.

Sobre la prueba en carreteras abiertas al tráfico, el profesor circulará en una moto desde la cual dará instrucciones con un intercomunicador bidireccional a la persona aspirante a obtener el carné de motocicleta. En circuito cerrado, un profesor seguirá las evoluciones de como mucho seis alumnos.

Otra novedad será que un curso formativo para motoristas podrá concluir otro día distinto si no puede realizarse la parte práctica en circuito cerrado o vías abiertas al tráfico debido a fenómenos meteorológicos adversos.

“UN DISPARATE”

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ya adelantó la obligatoriedad del airbag para los futuros motoristas el pasado marzo al clausurar en Zaragoza la primera Conferencia Internacional de Seguridad Vial de la Motocicleta.

“Quienes entendemos la pasión por las dos ruedas no podemos comprender que pueda costarnos la vida en esos términos. 299 motoristas fallecidos el pasado año en la carretera es, simplemente, un disparate. Y la tendencia creciente que constatamos durante los últimos años es inadmisible”, comentó entonces.

Marlaska indicó que las motos suponen un 3% de los vehículos motorizados en España, pero aportan un 25% de las personas fallecidas en las carreteras españolas. “Por cada kilómetro recorrido, el riesgo de morir de un motorista es 18 veces superior a la persona que viaja en un vehículo de cuatro ruedas”, recalcó, antes de sentenciar: “Las cifras de siniestralidad de la moto, sin duda, son inaceptables”.

Entonces, Marlaska desveló que desde su departamento se incorporará “el uso del airbag en el equipamiento obligatorio de los alumnos” en los centros de formación de conductores.

Antes, el ministro del Interior precisó el pasado mes de marzo en el Senado que su departamento apuesta por “recomendar el uso del airbag en las motos de gran cilindrada”, es decir, que este elemento de seguridad será obligatorio en el examen práctico, pero no una vez obtenido el carné.

“GRAN SALTO ADELANTE”

Por otra parte, la DGT equipará a partir del próximo otoño a los motoristas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) por primera vez con chalecos airbag.

“El gran salto adelante para los motoristas va a ser el airbag. Hasta ahora van con la cabeza protegida y con airbag irán con el cuerpo protegido. En otoño, la Guardia Civil de Tráfico ya saldrá con sus airbag. Y a partir de aquí se trata de extenderlo”, indicó recientemente Pere Navarro, director general de Tráfico.

Navarro aventuró que “de aquí a unos años será normal que la gente, cuando salga en moto, se ponga un chaleco con el airbag por lo que supone de plus de protección”.

Subrayó que España cuenta con más de 5,5 millones de motos y es “el referente” en esta temática en la UE, puesto que países tradicionalmente punteros en seguridad vial como Dinamarca o Suecia “no tienen motos”.