Así lo señala en su último boletín de coyuntura económica y laboral, correspondiete al mes de mayo, en el que asegura que las tres devaluaciones de la moneda española sólo han servido para restablecer el nivel de competitividad existente en nuestro país hace cuatro años.

Según la patronal del metal, en 1992 la peseta se depreció un 7,2 por ciento frente al Ecu, un 11,2 por ciento respecto al dólar y un 7,6 por ciento frente al conjunto de países de la OCDE, pero, sin embargo, el diferencial inflacionista fue del 2,1 por ciento respecto a los países del Sistema Monetario Europeo (SE), del 2,9 por cientro a Estados Unidos y del 2,7 por ciento a la OCDE.

Esto, a su juicio, demuestra que mientras los precios españoles crezcan por encima de los precios de los países competidores, las devaluaciones apenas servirán para compensar parcialmente el diferencial inflacionista. Por ello, insiste en la necesidad de que vayan acompañadas de una contención del aumento de los costes laborales unitarios y de una reducción del déficit público.

Confemetal señala los costes laborales unitario del sector privado en España crecieron un 5,6 por ciento en 1992, frente al 2,6 por ciento en el conjunto de países industrializados, estimándose aumentos para este año del 5,8 y 2,2 por ciento, respectivamente.

Para Confemetal, esta evolución de los salarios, con el paro actual, demuestra que los aumentos salariales en España tienen un comportamiento independiente de la coyuntura económica general y, sobre todo, de la situación del mercado de trabajo. Por ello, cree que para frenar este aumento es ncesario llevar a cabo reformas estructurales en el mercado de trabajo.

Por lo que se refiere al déficit público, Confemetal insiste en que para conseguir una reducción "drástica" es necesario rebajar los tipos de interés "de manera apreciable", ya que el diferencial de tipos con nuestros competidores está provocando una presión apreciadora de la peseta en los mercados de cambios, un encarecimiento de la deuda pública y un aumento de los costes de financiación de las empresas.

Según la patronal de metal, esta reducción permitiría "romper el presente círculo vicioso en el que mayores déficit conducen a tipos más altos que generan alzas en los gastos por intereses y, por lo tanto, déficit más abultados". Para ello, dice que es necesario que los gastos corrientes, en especial de transferencia, no crezcan por encima del IPC.

Confemetal señala finalmente que estas medidas deben acompañarse de una verdadera autonomía del Banco de España "que le convierta en el garante de la estabilidad de precios, a margen de los avatares políticos y de las conveniencias de grupos de presión". Sólo así, asegura, se mantendrá a largo plazo la competividad de los productos españoles.