En total, suspendieron pagos 19 empresas, lo que supone una subida del 35,7%. Contaban con un activo para hacer frente a sus deudas de 13.910 millones de pesetas, con un aumento del 177,1%.

Ocho de estas compañías adujeron falta de liquidez para suspender pagos, tres escasa demanda y otras ocho distintas causas no especificadas, según estas fuentes.

Además, 41 empresas se declararon en quiebra en junio, con un incremento del 5,1% respecto a mayo. Las deudas acumuladas por ellas ascendieron a 10.660 millones de pesetas (un 76,4% más), mientras que su activo era de 8.678 millones de pesetas (265,8% de aumento).

Trece de estas empresas que quebraron estaban radicadas en Cataluña, mientras que cinco eran andaluzas y el mismo número procedía tanto de la Comunidad Valenciana como del País Vasco.