Esa cantidad vuelve a situar la morosidad en los niveles record alcanzados en 1994, ejercicio que se cerró con una morosidad de 1.245.652 millones de pesetas, pero con la particularidad de que entonces era una consecuencia clara de ls gravísimas dificultades que atravesó la economía española en 1993, cuando tuvo un crecimiento negativo.

Además, en ese importe se contabilizan sólo los impagados considerados firmes, para los que se han dictado certificaciones de descubierto (hay más de cuatro millones en vigor), pero no se incluye la deuda acumulada por aplazamientos en los pagos de las cuotas.

Esos aplazamientos también han crecido notablemente en 1996, hasta ascender el pasado mes de septiembre, último para el que se disponede información, a 327.387 millones de pesetas, lo que representa un incremento del 19 por cien a lo largo del año pasado.

Los aplazamientos de pagos son concedidos por la autoridad laboral en atención a dificultades de tesorería o situaciones excepcionales de crisis y reconversión. La deuda acumulada, sumando ambos conceptos, se eleva a 1,6 billones de pesetas.

Ante el aumento de la morosidad con la Seguridad Social, el Gobierno adoptó en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos del Estado de1997 la decisión de condicionar las ayudas a las empresas a que estén al día en sus pagos a la Seguridad Social.

El Gobierno ha hecho especial hincapié además en la necesidad de que las administraciones públicas (instituciones autonómicas y locales) que mantienen fuertes deudas con la Seguridad Social den ejemplo y cumplan con sus obligaciones.

En todo caso, la Seguridad Social es consciente de que hay una "cantidad histórica" que no es recuperable porque corresponde a deudas de empresas que han esaparecido.

Las unidades de recaudación ejecutiva (URES), que son los organismos del Ministerio de Trabajo encargados de perseguir a los morosos con la Seguridad Social, mantenían abiertos a finales del año pasado 4.356.770 certificaciones de descubierto.

Estas unidades se encargan de localizar bienes y propiedades (casas, coches, negocios, cuentas corrientes) de los morosos para proceder a su incautación y posterior subasta, con el objeto de resarcir las deudas.

Las URES recaudaron el año asado 125.000 millones de pesetas, en su mayoría por acciones para recuperar cotizaciones impagadas, aunque una pequeña cantidad también procedió de la recuperación de prestaciones de desempleo cobradas indebidamente por parados.