En dicho análisis, se refleja que la deuda a corto plazo, con vencimiento inferior a un año y la que tiene un plazo residual inferior a un año, representaba el 13,3% del total de la deuda al final de 2023 cuando en la zona euro ese porcentaje era del 17,4%. Igualmente fue del 19,8%, el 15,6% y el 21,9% en Alemania, Francia e Italia, respectivamente, registrando así porcentajes superiores a los de España.

Mientras, el saldo de deuda a largo plazo representó en 2023 un 94,8% del total, del que el 84,3% correspondió a deuda materializada en valores representativos de deuda a largo plazo, mientras que los préstamos a más de un año supusieron un 10,5%.

La vida media de la deuda se situó en 8 años, cifra similar a la observada en otros países europeos: en el conjunto de la zona del euro, la vida media alcanzó los 8,8 años y se situó en 8 años en Alemania, 8,5 años en Francia y 7,8 años en Italia.

Respecto a las tenencias de deuda, cabe señalar que en 2023 la participación de los no residentes se mantuvo prácticamente constante, con un 42,6% del total, mientras que en la zona del euro y en los principales países europeos se observó un incremento más acusado de las tenencias de no residentes. La de la zona euro se situó ligeramente por encima de la española y Francia, que el país de los analizados con mayor porcentaje, superó el 50%.

El análisis repasa los datos ya publicados respecto a que la deuda pública finalizó 2023 en el 107,7% del PIB frente al 111,6% y el 116,8% registrados en 2022 y 2021, respectivamente. Así, la reducción fue de 3,9 puntos porcentuales y siguió en niveles superiores a los de 2020. En términos absolutos, la deuda pública española alcanzó 1,57 billones.

La reducción del porcentaje de deuda se debió principalmente al crecimiento del PIB, que restó 8,8 puntos a esta ratio (10,8 puntos el año anterior), mientras que el déficit público, que se desagrega en saldo primario y carga de intereses, sumaron 1,2 y 2,5 puntos, respectivamente, y el ajuste déficit-deuda añadió 1,2 puntos.

Por subsectores, el más endeudado fue la administración central, con un 98,1% del PIB en 2023, 2,8 puntos por debajo del nivel de 2022. Si se tiene en cuenta la financiación concedida por este subsector a otras administraciones públicas, principalmente a las autonomías y a la Seguridad Social, el volumen total de la deuda de la administración central que no se ha destinado a financiar a otros subsectores se redujo en 2023 en 2,6 puntos (76,1%).

El conjunto de las comunidades autónomas disminuyó su ratio de deuda en 1,3 puntos en 2023, hasta el 22,2% del PIB, y al desglosar por regiones se observa una tendencia homogénea de reducción de la deuda. Las que tuvieron mayor ratio de deuda fueron la Comunidad Valenciana, con un 42,2%; Castilla-La Mancha, con un 31,9%; la Región de Murcia, con un 31,2%, y Cataluña, con un 31% del PIB regional.

Por otra parte, a partir de 2015, la deuda de las comunidades en poder de la administración central se encuentra englobada en los distintos mecanismos incluidos en el Fondo de Financiación a las Comunidades Autónomas (Fondo de Liquidez Autonómico, Facilidad Financiera, Fondo para la Financiación de los Pagos a Proveedores, Fondo Social o Fondo de Liquidez React-UE). En 2023, las comunidades en su conjunto mantuvieron su dependencia del endeudamiento con la administración central, de modo que el porcentaje de su deuda en poder de la misma se situó en el 60,9%, cerca de nuevo del máximo histórico de 61,1%, alcanzado en 2018 y 2019.

La deuda de las empresas públicas españolas que no forman parte del sector de las administraciones públicas se situó a finales de 2023 en el 2,8% del PIB, el mismo nivel que el año anterior. En términos nominales, la variación supuso un incremento de 3.000 millones de euros y se concentró principalmente en las empresas públicas controladas por la administración central.

De cara a una comparativa internacional, la última información disponible publicada por Eurostat es la correspondiente al año 2022 y presenta diferencias metodológicas respecto a la difundida por el Banco de España, ya que el dato de Eurostat incluye, además de las cifras ya comentadas, la deuda de otras unidades, como el Instituto de Crédito Oficial (ICO) o la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce). Teniendo en cuenta lo anterior, la deuda de las empresas públicas españolas fue del 4,2% del PIB de ese año, la ratio más baja de un país de la UE y muy inferior a la que presentaban Alemania (88,4%), Francia (67,5%) e Italia (63,8%) en ese año 2022. Dichas ratios incluyen los pasivos de las entidades financieras públicas, que son significativamente más elevados en estos otros países.