De esta forma, la tasa de endeudamiento en relación a la renta disponible ajustada (que considera las transferencias sociales en especie), se ha elevado a un máximo del 120,1% en 2007, desde el 70,6% de 2000, mientras que, en términos de PIB, el avance ha sido igualmente excepcional, desde el 54,2% de 2000 al 88,8% de 2007.

El estudio constata que en el conjunto de 2007, reflejando el importante cambio en las condiciones de acceso al mercado de capitales desde la crisis del pasado agosto, el crecimiento del nuevo endeudamiento de los hogares se redujo un 25,2% desde los elevados crecimientos exhibidos en años anteriores (18,7% de media en 2000-2006).

En valores absolutos, el total de pasivos netos contraídos por las familias (principalmente préstamos a largo plazo) alcanzó, en 2007, los 92.490 millones de euros, una cifra muy por debajo de los 123.747 millones de 2006 y de los 106.787 de 2005.

Las cifras de 2007 muestran el "radical" cambio en las condiciones de financiación de los hogares, que habían sido "especialmente favorables" en los años posteriores al ingreso de España en el euro, explican los responsables del estudio.

El nuevo endeudamiento neto pasó de una media en torno a 45.000 millones por año en el período 2000-2002 a 67.847 en 2003 y 84.947 en 2004, para dispararse a cifras jamás alcanzadas anteriormente en 2005 y 2006.

Desde este punto de vista, agregan, "2007 significa el principio del retorno a un ritmo de aumento de la nueva deuda de los hogares más acorde con su capacidad económica".