Así se desprende de los datos de las Cuentas Financieras de la Economía Española publicados este miércoles por el Banco de España, que ponen de relieve que tanto las empresas como los hogares contribuyeron a ese descenso de la deuda.

En concreto, la deuda consolidada de las sociedades no financieras se redujo desde los 952.000 millones en el primer trimestre de 2023 a los 948.800 millones en marzo de este año. En términos del PIB, la ratio disminuyó desde el 69% hasta el 64,1%. Si se incluyese la deuda interempresarial, la ratio en marzo de 2024 sería del 81,1%, frente al 88,5% de un año antes. De su lado, la deuda de los hogares se redujo desde 695.800 millones a 681.500. La ratio sobre el PIB cayó hasta el 46% en el primer trimestre de 2024, desde el 50,4% de 2023.

Esta evolución de la deuda consolidada de las empresas y de los hogares se explica, principalmente, por los valores negativos de las operaciones netas acumuladas, mientras que los otros flujos3 experimentaron unos valores ligeramente positivos.

En marzo de 2024, el importe de las operaciones netas acumuladas en cuatro trimestres fue de 19.400 millones, lo que supuso un 1,3% menos en términos del PIB. Las sociedades no financieras disminuyeron su deuda por las operaciones netas en 8.000 millones (-0,5% del PIB). Sin embargo, el efecto de los otros flujos, fundamentalmente por el alza de los precios de sus valores emitidos de renta fija, compensó parcialmente las operaciones netas negativas. Por su parte, los hogares redujeron su deuda con unas operaciones netas de 11.400 (-0,8% del PIB).

ACTIVOS FINANCIEROS

Por su parte, los activos financieros de los hogares e ISFLSH alcanzaron en el primer trimestre de 2024 un importe total de 2,884 billones de euros, un 6,7% superior al registrado un año antes. Este aumento reflejó una revalorización de 125.000 millones de euros y una adquisición neta de activos financieros de 55.000 millones en el año. Por instrumentos financieros, la revalorización de activos se concentró en gran medida en las participaciones en el capital y en fondos de inversión4.

En la adquisición neta de activos destacó sobre todo la inversión en participaciones en fondos de inversión y, en menor medida, los valores representativos de deuda y los depósitos. El ascenso de los activos financieros de estos sectores fue menor que el del PIB, con lo que en relación a esta variable la ratio se redujo en 0,9 puntos, hasta el 194,8% en el primer trimestre de 2024.

En cuanto a la distribución por componentes al final del período, el grueso de los activos financieros de los hogares se mantuvo en efectivo y depósitos (el 37% del total), seguido de participaciones en el capital (30%), participaciones en fondos de inversión (16%) y seguros y fondos de pensiones (13%). Las participaciones en fondos de inversión fue el instrumento que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares (en un punto con respecto a un año antes), debido fundamentalmente a su revalorización, mientras que el peso del efectivo y los depósitos cayó dos puntos.

La riqueza financiera neta de los hogares e ISFLSH, que se obtiene deduciendo sus pasivos de sus activos financieros, se situó en 2.143 mm de euros en marzo de 2024, lo que supone un aumento del 9,8% respecto a un año antes. En porcentaje del PIB, los activos financieros netos representaron un 144,7%, una ratio 3,4 pp mayor a la de un año antes.