Eso supone que el ritmo de crecimiento de la deuda autonómica fue entre enero y marzo del 1,17 por ciento, la tercera parte de la tasa registrada en el primer trimestre de 1997, que fue del 3,57 por cien.

Además, en seis autonomías se produjo una reducción de la deuda: Andalucía, de 990.000 a 982.000 millones de pesetas; Aragón, de 145.000 a 138.000; Baleares, de 52.000 a 41.000 millones; Canaias, de 142.000 a 139.000 millones; Castilla y León, de 158.000 a 154.000 millones, y Castilla-La Mancha, de 83.000 a 79.000 millones. En Navarra permaneció congelada en 125.000 millones.

La deuda creció en Asturias, de 75.000 a 81.000 millones; Cantabria, de 29.000 a 31.000 millones; Cataluña, de 1.379.000 a 1.413.000 millones; Extremadura, de 87.000 a 95.000 millones; Galicia, de 399.000 a 405.000 millones; La Rioja, de 19.000 a 20.000 millones; Madrid, de 497.000 a 502.000 millones; Murcia, de 92.00 a 98.000 millones; País Vasco, de 357.000 a 358.000 millones, y Comunidad Valenciana, de 571.000 a 601.000 millones.

Según el Banco de España, las corporaciones locales frenaron su deuda todavía más que las autonomías, ya que se mantuvo prácticamente congelada en el primer trimestre de este año, al pasar de 3.010.000 a 3.014.000 millones de pesetas.

Casi un cuarto del total de la deuda de las corporaciones locales corresponde a seis grandes capitales (Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, Valenci y Zaragoza), puesto que al terminar marzo ascendía a 712.000 millones de pesetas.

El conjunto de la deuda de las administraciones territoriales (autonomías y entes locales) se situó al concluir el primer trimestre del año en 8.262.000 millones, un 0,8 por cien más que a finales de 1997.

En el último año para el que se dispone de información (primer trimestre de 1997 a primer trimestre de 1998), la deuda de las administraciones territoriales creció un 3,23 por cien (con un aumento del 7,56 por cin en las autonomías y un descenso del 3,4 por cien en las entidades locales).