La rapidez de la intervención polcial impidió que el sospechoso pudiera hacer uso de los dos revólveres Astra, del calibre 38, que guardaba en su vivienda, que fueron sustraídos a vigilantes jurados durante dos robos cometidos en entidades bancarias de Madrid, en uno de los cuales fueron víctimas dos guardas de un furgón blindado.

El detenido, que era buscado desde hace más de dos años por no haberse reintegrado a la prisión de Zamora, ha sido reconocido como supuesto implicado en un atraco con arma de fuego a la sucursal de Banesto,situada en la calle Embajadores.

Asímismo, es sospechoso de haber participado en el robo de la agencia de Cajamadrid de la Avenida de las Naciones, de Fuenlabrada, de donde se llevó 14 millones de pesetas, y del atraco de otra sucursal de esa entidad, ubicada en la calle Pintor Rosales, de Móstoles, donde obtuvo un botín de 7 millones de pesetas, aunque se dejó olvidada una bolsa con otros 6 millones.

Según la Policía, cometió esos delitos en los meses de abril y junio del pasado año, y en el de arzo de 1992.

Antonio González solía ir acompañado de otros dos individuos, que todavía no han sido localizados, y actuaba a cara descubierta, aunque disfrazado con barba y bigote postizos. Asimismo, utilizaba coches robados para llegar a la sucursal elegida y escapar con el botín.

Funcionarios del Grupo II consiguieron identificar al presunto atracador, que tenía pendientes tres reclamaciones judicales, una de ellas por no reintegrase, tras un permiso, a la prisión de Zamora, donde cumplía condea por un atraco con rehenes a una sucursal bancaria de Talavera de la Reina.

Posteriormente, los agentes comprobaron que el delincuente prácticamente no salía del chalé donde vivía, que sólo lo abandonaba para dar el golpe en los bancos de Madrid o localidades limítrofes.

A pesar de ello, hace unos días los funcionarios lograron descubrir su vivienda: un chalé de dos plantas en una urbanización de Arcicollar, que había adquirido hace unos meses y lo había puesto a nombre de su suegra.

Cuandolos agentes irrumpieron en la casa, Antonio González huyó hacia el piso superior, donde tenía las armas, aunque no llegó a alcanzarlas. El detenido quedó a disposición judicial.