Según informó hoy la Jefatura Superior de Pamplona, en la operación fueron detenidos el dueño de los locales, Severiano P.P., de 42 años, y sus amigos Mriano V.F., de 44, y José Luis L.C., de 30, a los que "prestaba" la mujer para que trabajase para ellos.

Las investigaciones comenzaron el pasado 22 de enero, cuando agentes del Grupo de Investigación identificaron y detuvieron en Pamplona a una pareja de jóvenes, implicados en una presunta estafa.

A pesar de que portaban documentaciones falsas, los funcionarios determinaron que el hombre, Luis E.B., estaba reclamado por las autoridades penitenciarias de León. Su compañera fue identificada como Slvia C.J.S., una ciudadana portuguesa que llevaba documentación a nombre de Fátima F.V.

CONTRA SU VOLUNTAD

La mujer declaró que había viajado a España desde la ciudad lusa de Oporto contra su voluntad. En Soria, fue vendida por 150.000 pesetas a Severiano P.P., propietario de varios clubs de alterne en Pamplona y de otro ubicado en la localidad de Toledillo (Soria).

Según su testimonio, fue obligada a prostitutirse y a entregarle todo el dinero que ganaba. Si Severiano se ausentaba de la ciudad tenía que trabajar para Mariano V.F. y José Luis L.C., que algunas veces la obligaron a mantener relaciones sexuales con ellos contra su voluntad.

Después de estar retenida dos meses en los clubs, la portuguesa logró escapar. Sin embargo, sus "dueños" la localizaron en la localidad navarra de Tafalla, a donde mandaron a tres hombres a buscarla; una vez "recuperada", la forzaron de nuevo a ejercer la prostitución en sus establecimientos.

Los policías continuaron sus investigaciones y días despuésdetuvieron a José Luis C.L., de 32 años, y a Saturnino M.H., "Pepe", de 33, vecinos de Almazán (Soria), acusados de ser quienes obligaron a la mujer a regresar a Pamplona. Los dos hombres ingresaron en prisión el pasado 14 de febrero.

EL TERCER HOMBRE

Posteriormente, la policía detuvo a Julio del V.J., natural de Madrid, de 33 años, acusado de ser la tercera persona que obligó a Silvia a volver a la capital navarra a la fuerza.

Aunque este último arrestado declaró que nunca intimidó o violentóla mujer, la Jefatura Superior de Policía de Pamplona considera probado que los tres hombres secuestraron y obligaron a la portuguesa a trabajar para Severiano, que fue detenido el viernes pasado junto a sus amigos.

La policía prosigue las investigaciones para tratar de esclarecer los hechos, ya que faltan por detener las personas que secuestraron a la mujer en Portugal y la trasladaron desde Oporto hasta Soria.