Según informó hoy la dirección general de la Policía, los funcionarios españoles no descartaron "que parte de la moneda falsa intervenida podría estar destinada a financiar operaciones de narcotráfico".

Fruto de la intervención policial, fueron detenidos el supuesto financiador de la falsificación, Carlos Fernando Moreira Taveira, y los dos especialistas en artes gráficas, Tarsicio Antonio Ferreira Almeida y Alberto da Cruz Fernandes Bandeira.

A los dos últimos les detuviero el pasado 17 de julio, cuando confeccionaban billetes falsos de 5.000 pesetas en una imprenta clandestina sita en el garaje de una casa de Rio Tinto, mientras que el primero cayó en manos de la policía al día siguiente, a la salida de su domicilio en la ciudad de Oporto.

En el taller de imprenta los agentes intervinieron una máquina offset de impresión, una máquina cortadora, otra ampliadora, equipo fotográfico, numeradores, fotolitos, planchas, tintas, papel en grandes cantidades y tres vehículos, aemás de 300 millones de pesetas en billetes falsos.

Una vez puestos a disposición de las autoridades judiciales portuguesas, los tres individuos ingresaron en prisión.

La operación policial, que se prolongó durante varios meses, fue llevada a cabo conjuntamente por funcionarios de la Brigada de Investigación del Banco de España, dependiente del Servicio Central de Policía Judicial, Grupo de Estupefacientes de la comisaría de Orense y del Grupo de Falsificación de Moneda de la Policía Judicial de porto.

La policía española estima que dada la cercanía de grandes acontecimientos deportivos y culturales, como la Olimpiada de Barcelona y la Expo de Sevilla, la puesta en circulación de una gran cantidad de millones de pesetas en billetes falsos "hubiera motivado una gran alarma social".