De acuerdo con las mismas fuentes, en el domicilio del detenido, situado en la madrileña calle Medellín, los agentes encontraron numerosas cuchillas de bisturí y de afeitar, así como otras armas blancas, ropas reconocidas por la víctim y 26 matrículas de coche.

Todas las matrículas comprobadas hasta hoy por la policía corresponden a automóviles de enfermeras que trabajan fundamentalmente en los horarios de noche de distintos centros hospitalarios de la capital.

Actualmente, los funcionarios del Grupo III y de Policía Científica de la Brigada de Policía Judicial, que son los que han llevado a cabo las investigaciones que han permitido la detención del acusado, se están poniendo en contacto con las enfermeras, sin que hasta la fcha se haya comprobado que han sido víctimas de agresión sexual, según la Jefatura Superior de Policía.

De acuerdo con la versión policial, el pasado día 26, alrededor de las diez de la noche, una enfermera del Clínico fue a recoger su coche al terminar su jornada de trabajo. La enfermera comprobó que su coche tenía una rueda pinchada, por lo que se dispuso a cambiarla, cuando se acercó un desconocido y le ofreció su ayuda, que ella aceptó.

La policía explicó que una vez colocada la rueda de repusto, el individuo amenazó a la mujer con una navaja e hizo sentar a la joven en el asiento delantero derecho, atándole las manos al respaldo del coche. El joven condujo el vehículo por la carretera de La Coruña hasta un descampado, posiblemente en el término municipal de Las Rozas.

Según la policía, el individuo, tras aparcar el coche, tumbó los asientos y ató las manos de la mujer en el reposacabezas y los tobillos en los asideros de las manillas de las puertas delanteras del vehículo. A continuación sacó una cuchilla y fue cortando a trozos toda la ropa de la víctima, consumando posteriormente la violación.

CORTES EN LA MUÑECA

Además, informó la policía, el agresor produjo unos cortes en una muñeca a la víctima y le robó 27.000 pesetas, una cadena de oro y todos los documentos de identidad y profesionales que llevaba.

El violador regresó a Madrid y se apeó del coche en la calle Bailén, desapareciendo después. La enfermera, según las mismas fuentes, acudió a la comisaría más próxima, desdedonde fue trasladada a la residencia La Paz.

Las investigaciones de los funcionarios especializados del Grupo III, en colaboración con la Sección de Policía Científica, permitieron identificar al presunto autor de los hechos, que cuenta con dos antecedentes policiales por delitos contra la libertad sexual.

El supuesto violador fue detenido cuando salía de su domicilio el pasado fin de semana, después de que la policía hubiera estado vigilando su casa durante tres días. En su piso, la policía encotró una cazadora marrón, que fue reconocida por la víctima por las pegatinas, un anagrama y una insigna que llevaba en el momento de la violación.

La policía encontró también en su domicilio un bolígrafo con una cuchilla de bisturí adherida, un bisturí, 9 cuchillas para este instrumento médico, 3 cuchillas de afeitar, otra cuchilla más con un mango, un cuchillo, un formón y un destornillador afilado, así como papeles con anotaciones de matrículas de coches, entre las que figuraba la del automóvil de l víctima.

Según la policía, el detenido, que carece de profesión y trabajo fijo, estuvo colocado durante la segunda mitad del pasado año como celador en el hospital de la La Princesa.